Un periodo ideal para reconfigurarse.
Mercurio retrógrado ¿Qué hacer y qué no?
Con esta tendencia astral, el dicho más apropiado será “en boca cerrada no entran moscas”. Sí, hay que cuidar lo qué decimos, cómo lo decimos y a quién se lo decimos.
En este período, lo más apropiado es que te tomes una pausa para observar todo desde distintos ángulos. Recordá que todo se ve diferente según sea la posición que tomes. Hay un aforismo zen que lo explica diciendo que para su amante, una mujer bella es un placer; para un monje es una distracción y para un mosquito simplemente una buena comida.
Por lo tanto, considerá, revisá y sobre todo, aplicá el prefijo “RE” en todo lo que pase por tu mente y por tus manos: REvisá, REelegí, REconstruí, REpensá, REajustá, REbuscá, REagrupá, REchequeá y así sucesivamente.
El hecho de sentirte perdida, te obligará a encontrarte. No solamente hay dos eclipses este mes, sino que como yapa, también se encuentra Mercurio retrógrado. Toda este combo astral hará que vivencies muchas emociones juntas como en una especie de coctelera emocional. Este mes, la energía canceriana está muy presente, por el Eclipse anterior, por el Sol, por Mercurio, por Venus y por el Nodo Norte. Esto hará que te veas envuelto en una especie de callejón sin salida pero también tendrás la posibilidad de enfocarte, reflexionar y resolver tus propios cuestionamientos que, de otra manera, no los hubieses podido ver.
La incertidumbre y la falta de claridad iniciales, provocarán la tendencia a que busques las razones necesarias para decodificar la manera en que querés lograr lo que todavía no pudiste alcanzar.
Si te sentís confundido con vos mismo, con lo que estás estudiando, con tu pareja o con tu trabajo; aprovechá esta lluvia de ideas en tu cabeza para obtener tu mapa de ruta. Sacá provecho de tu desorden mental, no para dejarte llevar sino para que vos marques el rumbo. Tené presente que cuando te dirigís hacia lo que te gusta de verdad, te acercás más adonde querés ir. Entonces, de esta manera, la oportunidad surge. Parece obvio pero no lo es.
Por lo tanto, aprovechá este período para poner en práctica el refrán popular que dice “a río revuelto, ganancia de pescadores”.