El sábado pasado, 24, el planeta Neptuno retomó su tránsito directo en Piscis, para continuar y seguir transitándolo de esta manera hasta junio del año próximo.
Neptuno directo en Piscis: ¿qué nos está pasando?
Este movimiento astral enfatiza las ambigüedades existentes en tu vida y presionará para que definas lo que hoy está indefinido. Es una tarea ardua pero no te desanimes. Seguí avanzando poniendo un pie delante del otro para observar las señales que deja el universo a tu alcance.
En muchas ocasiones, se prefiere mirar a un costado y evadir el trabajo interior pero algo debe soltarse. ¿Qué tenés que dejar ir que todavía no lo estás pudiendo hacer?
Aparecerán preguntas sin respuestas, pero por sobre todas ellas, la más importante que tendrás que hacerte será…¿cuál es la pregunta que te asusta hacerte?
La cuestión estará basada en si realmente querés saber las respuestas o si preferís ir por la vida con los ojos vendados. VOS decidís. Tené presente que siempre tendrás argumentos para un NO y excusas para un SI. No es momento para autoengañarte proyectando la culpa en el otro que sólo logrará eludir la propia responsabilidad sobre la realidad.
Es más fácil culpar a otros de las limitaciones diarias que asumir responsabilidades; es más sencillo culpar que mejorar. Porque mis padres esto, mi jefe aquello y mi pareja aquello otro.
Es mucho más difícil tomar acciones, resolver problemas y librarnos de nuestras heridas emocionales que culpar a otra persona de nuestro dolor.
¿Cómo dejar de culpar? Si encontrás resistencia para contestar esta pregunta, Neptuno en Piscis, te dará la oportunidad de acercarte al problema desde un ángulo diferente. ¿Qué te estás perdiendo si no te permitís ver lo que no querés ver? Cuando seas responsable de tus elecciones diarias es cuando comenzarás a vivir. Una vez escuché “todos morimos pero no todos vivimos”.
Ahora bien…¿de qué manera podemos sacar más provecho a esta configuración astral? En palabras del escritor canceriano Pablo Neruda, queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños.